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ORIENTACIONES PARA LA ELABORACIÓN 

DE LAS PONENCIAS

 

Para el desarrollo de las ponencias, te recomendamos tener en cuenta lo siguiente:

 

1. Anotaciones sobre la estructura argumentativa de la ponencia

 

La ponencia es un texto argumentativo muy similar al ensayo, pues permite exponer con buenas razones una posición personal frente a un tema, pero está creada para ser leída en público, por lo que su estilo debe ser más didáctico.  Antes de redactarla es necesario identificar claramente el tema general y el problema particular sobre el cual se quiere indagar y documentarse muy bien al respecto.  El objetivo de la documentación no es hallar material para copiar y pegar en la ponencia (la capacidad de pensar autónomamente es uno de los criterios del jurado), sino encontrar posibles vías de reflexión, ideas que nos inciten a pensar más allá y a considerar aspectos del problema que tal vez ni sospechábamos;  así se podrá formular una buena hipótesis de respuesta y se tendrán mejores argumentos.  El primer secreto del buen filósofo es saber que a la verdad se llega a través de la confrontación con los otros que también la han buscado.

 

a. Cómo prepararme para escribir

Antes de empezar a escribir, es muy útil preparar un esquema o plan de la ponencia, que sirve de “bosquejo” lógico.  Se pueden anotar las frases centrales que después irán desarrollándose en los respectivos párrafos. Esto ayuda mucho a visualizar si la estructura del texto es coherente y si se es exhaustivo al tratar el tema; además, permite detectar más fácilmente las contradicciones, evitando el peligro de perderse en una retórica vana.

 

El segundo secreto es saber plantearse preguntas; por eso, para mayor claridad, conviene formular el problema en forma de pregunta (recuerda que para estas Olimpiadas de Filosofía la pregunta central es ¿Cómo incide la tensión entre resistencia y masificación en la configuración de las identidades en la época actual? Es bueno, además, explicar los términos importantes (conceptos) que entran en juego en la pregunta, para que quede claro en qué sentido se van a tomar a lo largo de la ponencia. Recuerda que el tercer secreto de un buen filosofar es clarificar los conceptos, pues hacer las distinciones correctas evita equívocos y falsos problemas.

b. La redacción

Se debe comenzar la ponencia con una breve introducción que ubique a los oyentes-lectores en el tema general y los motive a seguir el discurso, mostrando la importancia o interés de tratar esa problemática.

 

Hecho lo anterior, es el momento de proponer la hipótesis, que es propiamente tu posición frente a la pregunta, es decir, la tesis o el conjunto de varias tesis básicas, que constituyen la respuesta que consideras más adecuada.  En este punto también debes clarificar o definir los nuevos conceptos que hayan aparecido al formular tu hipótesis.  Puede que sea necesario explicar tu hipótesis (“lo que quiero decir es que...”), pero ten cuidado de no confundir la explicación (“abrir” tu idea para mostrarla mejor) con la argumentación (que consiste en presentar las buenas razones para aceptar tu hipótesis).

 

Por supuesto, el paso que sigue y que ocupará la mayor parte de la ponencia, es la argumentación de la hipótesis.  Debes desarrollar uno o más argumentos con el mayor rigor y exhaustividad posibles.  Un argumento es una razón que justifica una proposición, es decir, que responde a la pregunta del porqué: ¿Por qué afirmo que...?  ¿Por qué esto es así?  ¿En qué me baso para decir que...?  Desarrollar exhaustivamente un argumento supone explicarlo, dar ejemplos, analizar posibles objeciones, contraargumentos o contraejemplos, explicitar las suposiciones implícitas en él, confrontarlo con las ideas de otros autores, mostrar sus consecuencias, etc.  Ten cuidado de no caer en falacias lógicas (trampas para filósofos), como, por ejemplo, sacar una regla general de casos particulares, o considerar algo como verdadero sólo porque lo dijo alguien con mucha autoridad, o creer que un hecho es causa de otro sólo porque ocurre antes que éste;  ni tengas la presunción de creer que tu respuesta pueda ser la única válida.  Recuerda que el cuarto secreto del filósofo es ser radicalmente autocrítico.

 

Cuando juzgues que has argumentado satisfactoriamente, habrá llegado el momento de terminar.  Puedes hacer un repaso del proceso que acabas de hacer, para sintetizar y proponer una conclusión, que normalmente será la corroboración de la hipótesis inicial, y que puede además venir acompañada de nuevas preguntas con las cuales muestres que la discusión sigue abierta e incites a los oyentes-lectores a continuar indagando.  En efecto, el quinto secreto del filósofo consiste en saber que posee la verdad siempre solo como utopía.

c. La revisión y edición final

Un buen escritor relee y reescribe varias veces sus textos, para asegurarse de que lo escrito es realmente lo que quería decir y si tiene el potencial de generar el efecto esperado en su auditorio. En ese proceso de revisión final, puedes pedir la ayuda de otra persona (un compañero, un profesor, un familiar) que te ayude a darle una mirada crítica a tu texto y te señale posibles ambigüedades, frases confusas, referencias bibliográficas faltantes o errores que deberías corregir. Solo después de ese trabajo de "pulimiento" podrás tener el texto listo para enviar.

 

2. Requisitos formales

 

La extensión de la ponencia deberá ser de cinco a seis páginas.  Deberá presentarse en hojas tamaño carta, a espacio y medio y en letra Times New Roman 12 puntos, con márgenes de 3 cm por cada lado.

 

Los textos citados deben tener la respectiva referencia, siguiendo las normas APA (séptima edición).

La ponencia no debe tener portada, sino un encabezado en la primera página con el título del escrito, el nombre completo del autor (competidor) y la institución a la que pertenece.

 

La ponencia debe enviarse en formato electrónico, como archivo adjunto en formato pdf, a la dirección: olimpiadasdefilosofia@sanignacio.edu.co El archivo debe estar nombrado así: [Colegio] - [Nombre del autor]. Por ejemplo: "I.E. La Presentación - Juanita Vélez Castro.pdf". La ponencia que se envíe será la versión definitiva que se leerá en la primera ronda del certamen. Por ello, es importante que el profesor asesor o acompañante del proceso se asegure de enviar la ponencia correcta y revisada. El Comité Organizador no hace devoluciones o recomendaciones una vez se reciban las ponencias.

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